¿Es lo mismo un intérprete que un traductor?
Aunque pareciera lo mismo, ser intérprete no es lo mismo que un traductor, déjame contarte porqué.
Un intérprete y un traductor son dos profesionales que trabajan con los idiomas, pero sus funciones y responsabilidades son diferentes:
Funciones:
Un traductor se encarga de la traducción de textos escritos de un idioma a otro, mientras que un intérprete trabaja con la interpretación oral de un idioma a otro.
Tipo de trabajo:
El trabajo del traductor se realiza principalmente en un entorno de oficina, leyendo y escribiendo documentos, correos electrónicos, manuales, entre otros. Por otro lado, el trabajo del intérprete se realiza en tiempo real y en vivo, como en reuniones, conferencias, eventos, entrevistas, entre otros.
Destreza:
Un traductor debe tener una habilidad destacada para escribir y leer en ambos idiomas, mientras que un intérprete debe tener una excelente capacidad auditiva y de habla para interpretar y traducir de forma simultánea.
Nivel de detalle:
El trabajo del traductor implica ser más detallado, ya que tiene la posibilidad de revisar y editar el texto en varias ocasiones antes de entregar el trabajo final, mientras que un intérprete trabaja en tiempo real y no tiene la posibilidad de editar o corregir el discurso.
En resumen, un traductor trabaja con textos escritos y un intérprete con interpretación oral en tiempo real. Ambas profesiones requieren habilidades lingüísticas excepcionales y una sólida comprensión cultural de los idiomas que se están traduciendo o interpretando. En ABAM Translations contamos con personal altamente calificado para poder acompañarte
en cualquiera de los dos escenarios, ya sea para interpretación en sitio o para traducciones certificadas.